3 ilustres amigos han abierto la veda, de nuevo, respecto a los comportamientos y códigos (dentro y fuera) de los campos de rugby y en estas líneas queremos rendirles reconocimiento y homenaje.
Mario Ornat @quieroserpilier, @Philblakeway y @quijotesyrugby han escrito en sus respectivos blogs acertadísimas reflexiones que aquí queremos compartir.
Dice Mario Ornat en http://blogs.as.com/mam_quiero_ser_pilier/2012/12/el-rugby-no-era-esto.html :
"Ha habido que aceptar como irremediable ya que ningún campo, casi ningún campo, del gran rugby guarde el respetuoso silencio de antaño a las patadas a palos del equipo rival. Bueno... pero abuchear el merecido homenaje a Nathan Sharpe, un gran jugador que se va del rugby internacional, un miembro de esta familia que se marcha, parece ya una perversión demasiado grave como para no lamentarla. Está bien la modernidad, sí... pero a uno de verdad le parece que el rugby no era esto. No era esto."
Confiesa nuestro quijotesco amigo en http://dequijotesyrugby.blogspot.com.es/2012/12/he-de-confesar-que.html?m=1 :
" Amo ese rugby en el que si alguien del publico se salia del tiesto era reprendido por los otros espectadores. El rugby en el que veias diferentes camisetas juntas en la grada compartiendo unas cervezas.
Amo el rugby de los bautizos, de las bolsas de arena o de los huecos en
el suelo con el talon y el rugby en el que un arbitro no tenia que
gritar: this is rugby!"
Y sentencia Mr Blakeway con la sabiduría habitual: http://tornarugby.blogspot.com.es/2012/12/la-victoria-inglesa-de-la-decada-y-el.html
" Pero no fue así y además la defensa inglesa -Brad Barritt y Manu Tuilagi-
fue sobresaliente, como el aprovechamiento de los espacios del
anglosamoano, al que su equipo debe dos ensayos: el suyo, posado sin
alharacas en la zona de marca, y el que le brindó al patético Ashton,
celebrado al estúpido modo a que nos tiene acostumbrados. Coincido,
además, con un eminente lector de estas páginas en que fue el peor
inglés. Hay otros alas a los que recurrir, así que haría bien Lancaster
en buscarlos, porque además mueve a algunos de sus más jóvenes
compañeros a unirse a su lamentable circo."
Una aportación por nuestra parte a tan acertadas y compartidas opiniones:
Hay dos ejemplos especialmente dolorosos respecto a público irrespetuoso y desconocedor de las buenas y antiguas costumbres rugbísticas:
La afición de Los Pumas que parece la desafinada sección de viento de una orquesta sinfónica cuando un rival se dispone a efectuar un lanzamiento a palos.
La afición de Toulon por cuya culpa se ven en los estadios franceses mensajes pidiendo al público que no silben a los pateadores del equipo contrario. Es lamentable que hayan conseguido que una de las aficiones más respetuosas de Francia -por no decir la que más- como es la de ASM Clermont haya provocado incidentes en el último partido entre ambos equipos.
Está claro que ni el dinero ni los grandes fichajes sirven para educar a alguna gente; y todo ello partiendo de la premisa de que tienen en las filas de su equipo al pateador por antonomasia del rugby mundial y que al mismo tiempo es, posiblemente, el jugador de rugby más respetado y querido del mundo.
Si nos quejamos de la falta de educación de algunas aficiones... muchos más motivos existen para hacerlo de comportamientos dentro de el campo como el de Chris Ashton. Conseguir un ensayo, sin ningún mérito propio, en un partido en el que ninguno de los rivales se jugaba más que el prestigio denota el grado de estupidez del individuo en cuestión.
Resulta necesario recordar que el público va al estadio a ver a los jugadores y si ese es el ejemplo que transmiten alguno de ellos, no vamos bien encaminados.
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